La seda podría convertirse en un sistema universal de almacenamiento y manipulación de fármaco.
Investigadores de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, han descubierto una manera de preservar la efectividad de las vacunas y otros medicamentos, que, de otro, requerirían refrigeración, durante meses y años, en temperaturas superiores a los 43°C, mediante su estabilización en una proteína de la seda. Además, esta seda farmacéutica puede adoptar una gran variedad de formas, como microagujas, microvesículas, y finas capas, que permiten almacenar medicamentos no refrigerados en un único dispositivo. El estudio ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Fuente University Tutfs
